Según la Organización Internacional del Trabajo, la correcta implementación de políticas laborales y sociales permitió que la economía brasileña saliera de la recesión en tan solo medio año
Brasil logró salir de la crisis económica de forma rápida y positiva, gracias a una respuesta centrada en el empleo y a la combinación justa de políticas sociales, laborales y macroeconómicas, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado este lunes.
"La estrategia innovadora de Brasil basada en los ingresos produjo una recuperación de la crisis financiera más rápida de lo prevista y logró que la creación de empleo regresara a valores positivos a partir de febrero de 2009, aún antes de que se reiniciara el crecimiento económico", reza el texto.
El informe señala, además, que "las políticas sociales y laborales cuidadosamente diseñadas, implementadas a la par de políticas macroeconómicas complementarias, hicieron que la recesión durara sólo dos trimestres".
El informe -titulado “Brasil: una estrategia innovadora basada en los ingresos”- muestra que el mayor país de Sudamérica creó más de 3 millones de empleos formales a lo largo de los últimos dos años y alcanzó un crecimiento económico de más de 7% en 2010, regresando así a los niveles anteriores a la crisis.
"Aún más importante, el crecimiento económico y del empleo no se logró a expensas de la equidad. Al contrario: la informalidad y la desigualdad de los ingresos disminuyeron, a pesar de la crisis", destaca el texto.
De acuerdo con el estudio, publicado por el Instituto Internacional de Estudios Laborales (IIEL) y realizado conjuntamente con la oficina de la OIT en Brasilia, el éxito de Brasil se debe, en parte, a las condiciones económicas favorables que existían en el país previo a la crisis.
"Brasil no fue inmune a los efectos de la crisis financiera y económica, pero se desempeñó razonablemente bien en comparación con muchos países en términos de rendimiento económico", dijo el director del IIEL, Raymond Torres.
"La experiencia de Brasil muestra que la inclusión social y el crecimiento económico son objetivos compatibles, siempre y cuando se apliquen las políticas correctas", agregó.
El informe recuerda que, cuando irrumpió la crisis -que destruyó cerca de 700.000 empleos formales tan solo en noviembre y diciembre 2008- el gobierno brasileño implementó con rapidez un número de medidas anticíclicas y amplió el sistema de seguridad social existente.
"Pero el éxito de Brasil puede explicarse también a través de la habilidad del gobierno de equilibrar políticas sociales y laborales, por una parte, y políticas macroeconómicas y de crecimiento económico, por otra", destaca el estudio.
El informe explica que Brasil también logró mantener el control sobre los aumentos del empleo informal, que duraron poco y continuaron con su tendencia descendiente a lo largo de la crisis.
De hecho, en seis de las principales áreas metropolitanas, el número de trabajadores sin contrato disminuyó en 280.000 personas (-6,5%) entre agosto 2008 y agosto 2010.
"El paquete de medidas de estímulo de Brasil, de 1,2% del PBI, era uno de los más bajos entre los países del G20", dijo Lais Abramo, directora de la Oficina de la OIT en Brasilia.
"Fue eficaz por dos razones: porque el Gobierno comprendió que proteger y crear empleos era tan importante como el crecimiento económico, y porque las medidas clave fueron alcanzadas a través del diálogo social. Ambas lecciones son vitales tanto en tiempos de crisis como en la recuperación económica", agregó Abramo.
No obstante lo anterior, el informe advierte que, en el futuro, Brasil "debería dedicarse más atención y más recursos a la intermediación en el mercado laboral y a la formación en el empleo, dos áreas que no recibieron recursos adicionales durante la crisis actual."
El informe agrega que a pesar del progreso alcanzado a lo largo de las dos últimas décadas, la pobreza y la desigualdad en Brasil permanecen altas de acuerdo a los estándares internacionales.
(EFE)
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