"La gente de Wall Street no se ve bien desnuda"

JC Davies empezó a trabajar en Wall Street no sólo porque le permitía escapar de la pobreza de su infancia, sino también porque el corazón financiero de Estados Unidos le ofrecía seguridad en el empleo.
"Es tremendamente irónico", dice, reflexionando sobre un período en octubre de 2008, cuando se estima que unas 200.000 personas fueron despedidas por las instituciones financieras en Nueva York.
"Hay algunas personas que optan por trabajar en Wall Street porque está en su sangre. Se levantan emocionadas todos los días para ver el mercado de valores", sostiene.




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JC Davies empezó a trabajar en Wall Street no sólo porque le permitía escapar de la pobreza de su infancia, sino también porque el corazón financiero de Estados Unidos le ofrecía seguridad en el empleo.
"Es tremendamente irónico", dice, reflexionando sobre un período en octubre de 2008, cuando se estima que unas 200.000 personas fueron despedidas por las instituciones financieras en Nueva York.
"Hay algunas personas que optan por trabajar en Wall Street porque está en su sangre. Se levantan emocionadas todos los días para ver el mercado de valores", sostiene.


"Pero no creo que representen la mayoría. Casi todos lo hace por el dinero".
En cuanto a ella, su experiencia en el agresivo sector financiero dominado por los hombres la ha endurecido.
JC Davies se siente mejor equipada ahora -asegura- para "hacer frente a los prejuicios recurrentes" después de salir de Wall Street.
Pero, ¿cómo surge el nombre de JC Davis?
Identidad oculta
Davies se graduó en una especialidad de salud pública y trabajó como consultora.
Como no estaba muy satisfecha con su ocupación, una amiga la convenció de que tenía las capacidades y habilidades analíticas para trabajar en Wall Street.
Al entrar en el mundo financiero, "hubo aspectos que me entusiasmaron: hablar con la gerencia, aprender sobre las empresas y sobre lo que hace la gente. Esa parte del trabajo valía la pena".
Sin embargo, poco después de empezar su primer empleo, con ING Barings, en 2000, se percató de una tendencia de Wall Street a tomar a las mujeres menos en serio que a sus homólogos masculinos.
"Yo tenía un colega afroestadounidense que me dijo que él iba a tener más éxito en Wall Street porque cuando entregaban informes, por escrito nadie sabía de qué color era su piel, mientras que en los míos sí se podía saber que yo era mujer", recuerda.
Fue así que comenzó a utilizar la abreviatura de JC, para que la gente no pudiera determinar su género.
"Lo hablé con mi jefa, una mujer maliciosa quien me dijo: '¿Quién te crees que eres? ¿JP Morgan?'. Desde entonces, he sido JC".
Tiempos difíciles
Las cosas no siempre le fueron bien a JC Davies en la profesión elegida.
Cuando fue despedida después del 11 de septiembre de 2001, le tomó siete meses encontrar otro trabajo.
Luego, se desempeñó seis años como consultora en Rochdale Investment Management, donde con frecuencia le decían que siempre habría un lugar para ella.
Pero entonces todo el sistema financiero entró en crisis.
"La regla número uno de Wall Street es no entrar en pánico, pero eso ocurre siempre", señala.
"Yo no tenía ahorros para siete meses, por lo que el desempleo fue peor que la vez anterior," cuenta.
"Lo que más me preocupaba no era no haber hecho un montón de dinero en Wall Street, sino que me había comprado una casa sólo un par de años antes", se lamenta.
Su prioridad era evitar la ejecución hipotecaria, por lo que puso su casa en el mercado.
Fiebre
"Decidí que no iba a hacer cosas que no quería sólo para pagar la hipoteca sino que iba a hacer algo en lo que yo sintiera que era importante".
Así que comenzó a escribir un libro "I Got the Fever" (Tengo fiebre) para abordar el tema de las razas, género y las relaciones humanas aunque en muchas ocasiones sintió deseos de renunciar al proyecto.


"Cuando se habla sobre razas y las relaciones entre ellas, se reciben mensajes de odio y mucha gente se vuelve desagradable", expresa.
"Es muy triste que una mujer que deja Wall Street para hacer algo diferente, tenga que enfrentar a aquellos que la quieren destruir", se lamenta
"Te llaman puta, perderdora. Algunas personas tratan de averiguar si he hecho cosas ilegales", dice. "Y muchas veces son las mismas mujeres".
Y asevera: "No dejé Wall Street para convertirme en una estrella del porno. Lo dejé de escribir sobre las razas y sobre relaciones".
Frente a los tabúes
En EE.UU., "las relaciones entre las razas es un tema tabú", dice.
"No es como antes, cuando se hacían comentarios racistas sobre la gente de color. Ahora nos estamos separando de otras maneras".
Hay, sin embargo, una legión de seguidores complacidos con el debate.
Por medio de su blog, JC Davies permite a las personas abordar temas como "estoy saliendo con una chica asiática, ¿qué debo hacer?" o "tengo un problema sobre cómo acercarme a un hombre blanco, ¿qué sugiere usted?".
Al preguntársele cuándo va a escribir su siguiente libro, dice: "Déjame hacer dinero con éste y, a continuación, vamos a iniciar una franquicia y emprender otras cosas".
Y cuando se le pregunta si los hombres en la foto en la portada de su libro proceden de Wall Street, responde: "En general, la gente de Wall Street no se ve bien desnuda".
Al apreciar lo fácil que es ser malinterpretada o mal entendida, añade con una sonrisa: "A la mayoría de los hombres de Wall Street le sobra edad y también barriga".
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