Una tableta por 146 euros. Su nombre, Kindle Fire. El vendedor, Amazon. Con estas señas de identidad puede hacer sombra al iPad, algo que ni Samsung, ni Motorola, ni RIM, ni HP han conseguido. En cualquier caso, parece que la Kindle Fire se convertirá en la tableta con sistema operativo Android más vendida del mercado. Por características técnicas, no puede compararse al iPad ni a otras: carece de cámara de fotos o vídeo. Tampoco tiene micrófono ni conexión 3G.
Ayer el fundador de la tienda
virtual norteamericana, Jeff Bezos, desveló un secreto a voces en la
presentación de Nueva York. Pese a no ser una sorpresa, su acción subió un 5% y
ya vale el doble que hace un año.
Kindle Fire, con procesador de
doble núcleo y 8 gigas de capacidad, es ligera. Pesa unos 400 gramos (200 menos
que el iPad). La pantalla es de 7 pulgadas (tres menos que el iPad y como la
primera de Samsung), es multitáctil y a prueba de arañazos con su Gorilla
Glass.
Bezos aseguró que aspiraba a
enamorar a una audiencia más amplia que la de sus populares ciberlectores
Kindle -de los que nadie sabe cuántos son-. Gente que también quiere navegar
por Internet y disfrutar de música, y películas sin descarga (en streaming). El
aparato da acceso a los 18 millones de contenidos del catálogo de la librería
virtual. La tableta estará vinculada a su propia tienda de aplicaciones. En
este caso, como ocurre con Apple, solo estarán disponibles las que Amazon
autorice previamente.
Kindle Fire, a diferencia del
iPad, no necesita un cable para sincronizarse, porque lo hace de forma
inalámbrica. Y gracias a su sistema Whispersync es posible comenzar a leer un
libro o ver una película en Kindle Fire, y seguir luego en otros aparatos, ya
sea un ordenador o un televisor con acceso a Internet.
La compañía ofrece a quienes
compren su tableta almacenamiento gratuito en su servicio en la nube. Además
contará con juegos, aplicaciones y alquiler de películas, es decir, antes de
poner a la venta el aparato se ha rodeado de todo lo necesario para que el
propietario de Kindle Fire gaste en contenidos. Porque, según las primeras
estimaciones, el negocio no está en la venta de la tableta sino en la venta de
contenidos. Por cada tableta vendida Amazon perderá unos 50 dólares (36 euros).
Una estrategia de negocio similar al de las consolas de videojuegos.
De momento Kindle Fire es solo
para Estados Unidos, donde se pondrá a la venta el 15 de noviembre. Su precio,
un tercio de lo que cuesta el iPad de gama más baja: 499 euros.
Aunque estéticamente no lo
parezca, la tableta Fire funciona con el sistema operativo Android, pero no
viene con el navegador Chrome de Google instalado, sino que va con el suyo
propio, Silk. Este aprende de los hábitos de navegación del internauta, al
suministrar las páginas que tiene almacenadas en la caché. La tableta estará
vinculada a la tienda de aplicaciones de Amazon.
El gran resurgir de Amazon se
inició con el lanzamiento de su propio lector electrónico, en noviembre de 2007
a un precio de 399 dólares (293 euros). Y, ayer, Bezos también tuvo tiempo para
actualizar sus lectores Kindle. Su modelo más básico costará 79 dólares (57
euros), antes 139 dólares (102 euros), y ya está a la venta en EEUU.
La novedad entre los lectores
electrónicos se llama Kindle Touch, el primer lector táctil de la compañía, sin
botones y que se venderá a 99 dólares (72 euros). Este modelo, que solo tiene
conectividad wifi, es la competencia directa del Nook, el lector de la librería
estadounidense Barnes & Noble. Finalmente el lector Kindle 3G pasa a costar
149 dólares (109 euros).
La entrada de Amazon en el
planeta de las tabletas da a los analistas más confianza que otros intentos.
The New York Times resume la diferencia de estrategias entre Apple y Amazon: la
primera vende música, películas y aplicaciones para vender dispositivos. Amazon
venderá tabletas para vender sus libros, películas y música. Apple, subraya el
diario, no se había enfrentado a un competidor con una estrategia tan distinta.
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