El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó ayer, tras entrevistarse con el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, que "la caída de Grecia sería la caída de Europa", pero ha proclamado que "la familia europea no permitirá que eso suceda". En tono solemne, Sarkozy anunció que en los próximos días se reunirá con Angela Merkel, la canciller alemana, para "acelerar la integración económica de Europa, el plan de salvamento del euro y la protección de la UE".
Tras prometer el refuerzo del eje franco-alemán, Sarkozy ha explicado que "Francia no tiene otra alternativa". "Es una obligación moral y no solo económica ser solidarios con Grecia", ha dicho, así como "resistir a los especuladores y frenar los ataques de los mercados".
Sarkozy ha revelado que Papandreu le había expresado "la determinación total" de Atenas para cumplir "escrupulosamente y con transparencia" los compromisos adquiridos a cambio de la ayuda europea.
El presidente francés, que no admitió preguntas, acabó recordando que los países que aún no han cumplido con las directrices del Consejo Europeo de julio pasado deberán hacerlo lo antes posible.
En el resto de Europa, y una vez conseguido el respaldo del Bundestag alemán sobre la ampliación y reforzamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), la atención se centra ahora en las votaciones pendientes de Chipre, Estonia, Malta, Holanda y sobre todo de Eslovaquia. El partido Libertad y Solidaridad, (SaS) perteneciente a la coalición del Gobierno, que se opone a la ampliación del FEES, ha expresado su voluntad de alcanzar un "compromiso". Jozef Kollar, dirigente del SaS, ha manifestado que "no queremos bloquear a los otros países, pero esto no nos puede costar un solo céntimo a los ciudadanos eslovacos". Eslovaquia tiene una renta per cápita del 74% de la media europea, inferior al 89% de Grecia.
El portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, exhortó ayer a Eslovaquia a votar sin tardanza "en su propio interés". Añadió que es "esencial que todos los países miembros de la zona euro, e insisto, todos los países miembros, apoyen plenamente el refuerzo del FEEF", subrayó. Presionados por Bruselas, los partidos de la colación del Gobierno mantendrán una reunión el próximo martes para intentar despejar las dudas existentes. En la reunión se decidirá la fecha de la votación que en principio deberá ser antes del 17 de octubre.
Por otra parte, la UE está pendiente del informe de los inspectores de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), sobre la aplicación de las medidas de ajuste y reformas comprometidas en Grecia. De este informe, que está previsto que se presente en el plazo de dos o tres semanas, depende establecer si será necesaria una revisión de la participación de los bancos en el segundo rescate a Grecia.
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