¿UN BUEN EMPLEO ES LA SOLUCIÓN?




En el afán de darnos lo mejor, nuestros padres nos inculcaron conceptos que pueden estar muy lejos de la realidad en la que vivimos actualmente. Esto se repitió y se repite de generación en generación y es muy difícil cortar con algo tan arraigado. Estas actitudes muchas veces tienen bases psicológicas:


“No quiero que mi hijo pase por todo lo que yo pasé, no quiero que sufra lo que yo sufrí.”


Pero el Padre Rico nos demuestra también que estudiar con esmero para conseguir un trabajo “seguro” y pasar más de 30 años trabajando arduamente para que un tercero se lleve los mejores frutos de nuestro esfuerzo, dista bastante de ser una vida justa y no sufrida.


El esfuerzo, el trabajo y el estudio no es el problema, sino el objetivo que perseguimos. Como de pequeños creemos que “trabajo” es solo hacer esfuerzos físicos para un jefe 12 horas al día, nos auto limitamos mentalmente y nuestro objetivo pasa a ser un simple aumento de dinero que por lo general no soluciona nuestros problemas financieros ya que seguimos viviendo al día y pagando deudas.


“La mayoría de la gente, cuando gana más dinero, solo se endeuda más” (Libro Padre Rico Padre Pobre – Cap. lección 1)


Pareciera que, para nuestros padres, ser rico o perseguir un objetivo que esté relacionado con el dinero es ya de por sí algo malo o imposible, pero no es así.


Deshacernos de los prejuicios con los que nos programaron desde pequeños, es el primer paso para poder iniciar nuestro propio proyecto. Un cambio de mentalidad nos amplía la perspectiva de nuestro futuro.


“Si quieres que las cosas cambien, no hagas siempre lo mismo”


Si quieres que tu vida no sea la de trabajar todo el tiempo para alguien más, estudia los consejos del Padre Pobre y los del Padre Rico, compáralos e imita al que logró el objetivo al que quieres llegar. No renuncies a tu trabajo aun si no puedes, mantén tu mente pensando en crear activos y no en pequeños aumentos y frustraciones.

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