El mexicano Carlos Slim se coronó por tercer año consecutivo
como el hombre más rico del planeta, con una fortuna que asciende a US$
69.000 millones, según la lista publicada por la revista Forbes. Slim
sostiene que estamos ante un cambio de civilización en un escenario
internacional de profundos cambios.
Gracias a sus activos en América Móvil, el magnate mexicano logró
mantener el liderazgo en la lista elaborada anualmente por la
publicación, situándose una vez más por delante de Bill Gates (US$
61.000 millones) y Warren Buffett (44.000 millones), a pesar de haber
perdido 5000 millones respecto de 2010.
El empresario mexicano en una entrevista exclusiva con BBC Mundo
sostuvo la crisis que afecta a los países desarrollados es un “cambio de
civilización”, y al mismo tiempo, se mostró optimista sobre las
perspectivas de América Latina.
“Estoy muy preocupado”, responde Slim ante la situación en Estados
Unidos y Europa. “Es un problema estructural, es un cambio de
civilización y las cosas que deberían haberse hecho no se han hecho. Ese
cambio de civilización no ha sido llevado a cabo para suavizar las
reformas,” aseguró.
Slim – cuya riqueza bajó de US$74.000 millones a US$ 69.000 millones
en un año según la revista Forbes- posee un imperio económico basado en
México que se extiende desde las telecomunicaciones -es el mayor
proveedor de servicios de telefonía celular en América Latina – hasta la
construcción (Grupo Carso), el comercio minorista (las tiendas Sanborns
en México) y los medios (posee más del 8% del periódico estadounidense
The New York Times).
Al ser consultado sobre medidas concretas para superar las
dificultades a nivel internacional, Slim habla de la necesidad de elevar
la edad de retiro (jubilación) y sugiere a los gobiernos a vender o
subarrendar algunos de sus bienes.
La necesidad de estas reformas se debe a que el mundo necesita adaptarse al nuevo orden económico, sostuvo.
En las últimas décadas, explica Slim, los avances en la tecnología
han hecho que la industria de servicios crezca de manera exponencial,
dibujando un nuevo mapa económico mundial, una situación que Slim
compara la situación con la Revolución Industrial.
En ese orden, los empresarios juegan un rol importante en la solución de los problemas económicos, dice Slim.
Pero, la existencia de empresarios tan prósperos y poderosos como él,
¿no juega en contra del desarrollo de las pequeñas y medianas
empresas?, inquirió BBC Mundo. “Las empresas grandes no destruyen a las
pequeñas; trabajan con ellas. Hay una cadena de negocios”, sostuvo Slim.
Para el empresario mexicano, “América Latina es una región de grandes
oportunidades para las empresas y de grandes retos para los
empresarios, y de esperanza para la pobreza de la gente que está
marginada, de que por fin nuestros países vayan saliendo del
subdesarrollo”.
“Lo importante (para un empresario) es manejar la riqueza con eficiencia, austeridad y creatividad para crear más riqueza. La inversión privada es la principal manera de financiar el desarrollo de nuestros países”, asegura.
“Lo importante (para un empresario) es manejar la riqueza con eficiencia, austeridad y creatividad para crear más riqueza. La inversión privada es la principal manera de financiar el desarrollo de nuestros países”, asegura.
Slim, además, aclaró que su poderío económico tiene un claro límite. “No me llevaré nada conmigo cuando ya no esté”, aseguró.
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